miércoles, julio 22, 2009

Advierten sobre riesgos de la radiación solar en la nieve

Martes 14 de Julio de 2009
Fuente :La Segunda Online


A mayor altitud, los rayos ultravioletas de tipo (UV- A) aumentan hasta un 24% y el efecto del reflejo de la luz solar en la nieve incrementa en un 85% la radiación solar.

Llegan las vacaciones de invierno y muchos aprovechan los días de descanso para practicar deportes como el esquí, snowboard o simplemente disfrutar de la nieve. Sin embargo, no se ha informado a las personas que se deben extremar los cuidados para no exponerse a la luz solar, ya que la nieve y la altura amplifican el efecto nocivo de los rayos ultravioletas los causantes de la fotoxidación, el envejecimiento de la piel y en algunos casos de la aparición de tumores cancerígenos. Así lo indicó, Agustín Del Campo, gerente de Producto de la línea dermatológica del laboratorio Dispolab Farmacéutica, luego que se informara que esta comenzando la temporada alta de nieve y que serán muchos los que se expondrán a los riesgos de la radiación UV durante la práctica de sus deportes favoritos como son el esquí y snowboard.

Practicar deportes como el esquí o snowboard o exponerse más de 10 minutos en una zona con nieve requiere necesariamente cuidar la piel de manera especial ya que exposiciones prolongadas y sin protección elevan las posibilidades de padecer cáncer de la piel, más si se trata de zonas montañosas nevadas, porque aumentan los factores que inciden de forma agresiva en la piel.

Por ejemplo, la altura aporta su cuota de riesgo ya entre mayor sea la altitud donde una persona se encuentre, más disminuye el espesor de la atmósfera que se encarga de absorber y dispersar la radiación ultravioleta, por lo que los riesgos de sobreexposición se incrementan.

“Por cada mil metros que ésta ascienda, se ha determinado que los rayos ultravioletas del tipo A (UV-A) -que penetran profundo y causan melanoma- aumentan entre un 9% y 20%, mientras que los rayos más superficiales y causantes de otros tumores como los (UV-B), se incrementan entre un 13% y 30%. Por lo mismo es importante recalcar que las personas que viven o visitan las cordillera, centros termales o trabajan en faenas en el extremo norte del país, donde la radiación es mayor, también deben protegerse del sol aunque no exista nieve”, agrega Del Campo.

Se suma a esto a que la radiación de rebote que se produce por la reflexión de sol en la nieve, incrementa en un 85% la radiación solar, es decir, aumentan exponencialmente el efecto dañino del sol en la piel y a su vez las posibilidades de melanoma.

Además existen otros factores climatológicos de este periodo invernal que se deben tener en cuenta a la hora de cuidar la piel. Las bajas temperaturas y la humedad hacen que el escaso contenido acuoso de la atmosfera genere la perdida insensible de agua en la piel.

“Si además sopla el viento y el aire es frio y seco, aumenta la deshidratación de la epidermis, provocando cambios en su funcionalidad como la perdida de elasticidad y su rol de escudo dérmico”, señala Del Campo. El vacío en la fotoprotección actual radica en la incapacidad de los filtros existentes de cubrir el 100% del espectro de radiación UVA (potente generador de radicales libres) que toma contacto con nuestra piel y que es responsable de parte importante de los daños que se generan sobre la misma como el fotoenvejecimiento prematuro, cáncer, entre otros.

“Protegerse adecuadamente es garantía de vida y es nuestra responsabilidad informarnos adecuadamente de los productos que brinden los mínimos de efectividad y seguridad que garanticen una fotoprotección responsable. Filtros con la mayor cobertura UVA y aporte de Antioxidantes que complementen esta fotoprotección parece ser el camino de acuerdo a los expertos en el tema”, concluye el especialista.

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